Viajar a Egipto es como indagar en un fascinante enigma. Hay algo cautivador en su atmósfera que lo hace irresistiblemente misterioso. El hecho de que fuera una de las civilizaciones más extraordinarias y desarrolladas hace 6.000 años es algo excepcional que no se puede encontrar en ningún otro destino. Su situación en medio del gran desierto también es llamativo.
Sus pirámides, templos, esfinges, tumbas, las momias de los faraones, han ido y van apareciendo bajo la arena a lo largo de los años. Y eso se ha conservado en los museos de Egipto. Por esa razón, es uno de los destinos del planeta más deseados. Todos, de algún modo, queremos sumergirnos en su misterio. Sin embargo, una de las cuestiones que más nos preguntan nuestros clientes antes de viajar: ¿qué hoteles son los más recomendables si decido viajar a Egipto?…
Está claro que Egipto es una de las principales potencias turísticas del mundo. Es el quinto destino más buscado para viajar en el 2021. La oferta hotelera está repleta de opciones, desde hoteles baratos a grandes resorts de lujo, desde establecimientos más auténticos o tradicionales a grandes importantes cadenas hoteleras. Todo es posible. Lo que sí es importante es aterrizar en Egipto con los deberes bien hechos: es decir, tener los hoteles -sea los que sean- reservados con antelación.
Eso sí, piensa que las categorías de los hoteles comienzan en las 4 estrellas, luego 5, 5 de lujo y 5 de lujo superior. Allí, un hotel de 4 estrellas es como uno de 3 estrellas en España, mientras que uno de 5 estrellas de lujo superior es semejante a uno de 5 estrellas en Europa. Lo que es verdaderamente importante es que te alojes en un hotel que haya sido recomendado por alguien de confianza, puesto que, como bien debes saber, muchas veces las apariencias engañan.
No cabe duda que uno de los principales lugares por los que hay que pasar en un viaje a Egipto es su capital: el Cairo. Una ciudad especialmente caótica, pero precisamente por esa autenticidad y vitalidad produce una irresistible atracción. Una vez te sumerges en sus laberínticas callejuelas, bazares como el Jan el-Jalili, los regateos, los puestos de comida callejera, los museos arqueológicos, las mezquitas, las teterías… El Cairo no duerme nunca.
Hay dos maneras de encarar el alojamiento en una gran ciudad como El Cairo: o te gusta el caos del centro o prefieres la tranquilidad de las afueras. También hay que señalar que, en general, los hoteles en el centro son más caros. Al final dependerá del enfoque que le quieras dar al viaje. Nuestro consejos es el Mena House por su ubicación cerca de las Pirámides -para las excursiones por el país evitas el tráfico de la ciudad- pero también por su excelente calidad y reputación.
Es realmente un excelente hotel de categoría superior de la cadena Marriot, ubicado al pie de la Gran Pirámide de Gizha. Por cierto, puedes pedir habitación con vistas a la pirámide. Es el hotel más antiguo de El Cairo, con un servicio premium de la época colonial. Es precioso, habitaciones amplias y limpias con terraza, buena comida, piscina, wifi. Todo un lujo. Las opiniones de los viajeros que han pasado por él son muy positivas: hay más de 7.000 reseñas en Google y le dan una puntuación media del 4,6 de 5; y en Booking cuenta con un 8,7 de 10.
Pero Egipto no solo son sus Pirámides y el extraordinario legado arqueológico que ocultan sus arenas, también tiene un mundo submarino por descubrir. Y exuberantes playas. Es el mar Rojo, uno de los destinos exóticos más solicitados por buceadores de todo el mundo, con cientos de arrecifes de coral y unas aguas excepcionalmente claras y de temperaturas agradables. La costa egipcia del mar Rojo va desde el golfo de Suez, al norte, hasta la frontera sudanesa, al sur. En ese espacio las posibilidades de sol, playa, relax y buceo son numerosas.
La verdad es que estamos hablando de una región muy turística. Al norte tienes Sharm el-Sheij y Dahab, famosos por su vida nocturna y su tranquilidad. Un poco más abajo está Hurghada, con sus aguas cristalinas, fondos coralinos y sus magníficas playas, y, al sur de Egipto, se encuentra uno de los mejores spots para el buceo: Marsa Alam. Nosotros nos decantamos por el Maison Blue, a 30 kilómetros del aeropuerto de Hurghada y muy cerca de la ciudad de El Gouna. Es un lugar fantástico para hospedarse. Se trata de una mansión de estilo mediterráneo con fachada veneciana y ubicada en la Mangroovy Beach (playa privada)
Un lujazo de estancia: La Maison Bleue ofrece una gran cantidad de experiencias fascinantes cada día: desayuno en el porche privado de la suite o las vistas al resplandeciente paisaje desértico. Las valoraciones que hemos encontrado en las diferentes plataformas de reserva lo dicen todo: en Google un 4,7 de 5 y en Booking un 9,3 de 10. Un sobresaliente, vamos.
Lúxor es la ciudad edificada sobre la legendaria Tebas, la capital del Antiguo Imperio Egipcio (fue fundada en el 2050 a.C) y es uno de los puntos imprescindibles cuando uno navega por el Nilo y se lanza a descubrir la antigua civilización egipcia. Podríamos decir que es el corazón de Egipto. Allí se alzan los esplendorosos templos de Lúxor y Karnak, separados por 3 kilómetros, y muchas de las tumbas donde se enterraron a los faraones y nobles de ese periodo de la historia denominados el valle de los Reyes y el valle de las Reinas.
La verdad es que hay muchos hoteles interesantes para alojarse en Lúxor. Es una ciudad donde se acercan muchos turistas, especialmente los que desembarcan de los cruceros. Por esa razón, la mejor idea es alojarse en un hotel que te distancie un poco del bullicio y así te puedas organizar la visita a tu gusto. Desde luego, una de nuestras primeras sugerencia sería elegirlo en la ribera del Nilo: no solo por las vistas, sino como decíamos porque no está tan lejos del centro.
Justamente el Winter Lúxor Palace, un establecimiento de 5 estrellas de la cadena Sofitel lo encontrarás a orillas del Nilo, entre jardines tropicales que le dan un aire muy agradable. De estilo colonial (construido en el 1860), es muy aconsejable porque llegas caminando al templo de Lúxor en 5 minutos escasos. Las suites (algunas con servicio de mayordomo) disponen de sala de estar. Además, no podemos dejar de destacar la impresionante reputación que tienen entre los viajeros que se han alojado en él: las críticas en Google (hay unas 2.200) son de los más favorable con una nota media de 4,8 de 5; y en Booking un 9,1 de 10.
Una de las experiencias más impactantes que hay en Egipto es navegar por el Nilo entre Lúxor y Asuán. Para comprender la importancia de este formidable río, hay que saber que Egipto no hubiera existido sin él. Ha sido su fuente de vida y prosperidad desde tiempos inmemoriales. En otras palabras, hay que verlo para entender la esencia de Egipto. Y, con ese objetivo, el crucero se convirtió a principios de siglo como un medio confortable y rápido, y servía como base de operaciones para que los pasajeros pudiesen desembarcar y hacer las correspondientes visitas a las tumbas, monumentos y templos que se asomaban en la orilla del río.
Este recorrido en crucero fue el que inspiró a Agatha Christie para escribir la novela “Muerte en el Nilo”. A Agatha Christie le apasionaba viajar y, sobre todo, hospedarse en hoteles de alta categoría, donde se inspiraba y tomaba notas para escribir sus novelas. Durante ese viaje a Egipto en 1933 eligió el hotel Old Cataract en Asuán – ahora pertenece a la cadena Sofitel- a las puertas del gran desierto de Nubio, para hospedarse.
Este hotel existe todavía y, aunque se ha reformado en gran medida, sigue conservando ese aire glamuroso de los años 30. Se trata de un palacio victoriano del siglo XIX con toques árabes, decorado con mucho estilo y donde también han dormido autoridades como Churchill o el arqueólogo Howard Carter tras descubrir la tumba de Tutankamon. Desde su terraza, sigue teniendo unas maravillosas vistas al Nilo, de la Isla Elefantina y del mausoleo del Aga Khan. Y claro, examinando las opiniones de los viajeros, nos hemos dado cuenta que sigue teniendo un servicio ejemplar: en Google, con más de 2.300 reseñas, la puntuación es del 4,8 de 5; y en Booking un 9,5 de 10. Vamos, que seguramente Agatha Christie volvería a alojarse allí sin pensárselo dos veces.
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