Insistimos. Es curioso como Tanzania, pese a ser un destino seguro y haber abierto sus puertas al turismo en junio, en este 2020 apenas han llegado viajeros. En cambio, la fauna salvaje abunda más que nunca. Y es que cuanta menos gente, menos miedo tienen los animales. Definitivamente parece que los grandes parques nacionales del país – Ngorongoro, Tarangire, Lake Manyara y Serengueti – están ahora en su mejor momento. Es decir, es una buena oportunidad para vivir la experiencia de un safari. Y por si fuera poco, los precios para viajar a Tanzania están muy por debajo de lo normal.
Tanzania es el país más grande de la África oriental, oficialmente la República Unida de Tanzania. Comparte fronteras con Kenia y Uganda al norte, Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo al oeste, y Zambia, Malawi y Mozambique al sur. Gran parte del país está formada por una meseta central con una altura de 900 y 1.800 metros. Alrededor del 30% de sus tierras se han conservado para la vida silvestre. Su fauna es de las más diversa del mundo.
En Tanzania hay 16 parques en total. Los principales son el Serengeti donde se desarrolla la Gran Migración, Ngorongoro el territorio del rinoceronte negro, Tarangire, el lago de Manyara donde hay muchos avistamientos de flamencos y el leopardo trepador de árboles. Por norma general, los viajeros van por un espacio limitado de tiempo, por lo que tienen que elegir entre estos parques nacionales principales del país.
Sin duda El Serengueti es uno de los espectáculos de la naturaleza y la fauna más espectaculares que ocurren en el planeta. Es fascinante. Siempre lo ha sido. Año tras año, cerca de 1,5 millones de animales, principalmente ñus, cebras y varias especies de antílopes, hacen un movimiento migratorio circular atravesando Kenia y Tanzania en busca de pasto fresco y alimento. Aunque dependen de las lluvias, suelen hacerlo en unas fechas más o menos determinados. Una travesía de más de 3.000 kilómetros en una extensión de 30.000 km2.
Este brutal movimiento de las manadas de animales herviboros parten desde el norte de Serengeti a mediados de julio y hasta primeros de agosto, concentrándose en el norte del Serengeti (Kogatende) para atravesar el peligroso río Mara. En el Masai Mara (significa “la llanura infinita”) permanecen hasta mediados de octubre hasta que el norte de Serengeti recibe las lluvias, lo que impulsa a los animales de vuelta al Serengeti y a iniciar su migración hacia la zona central del Serengeti. Esta peregrinación les lleva hacia las tierras del Área de Conservación del Ngorongoro, en los meses de diciembre y enero, donde se pueden avistar, en la zona sur, miles de antílopes esparcidos por las extensas llanuras de esta sabana.
Hay varios países africanos en los que se pueden avistar los llamados “The Big Five” (los cinco grandes) animales africanos: el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte. De todos ellos, Tanzania cuenta con una de las poblaciones más grandes de cada uno de estos cinco grandes, y es el entorno ideal para vivir.
Las posibilidades de Tanzania son casi inacabables. No solo vive de los safaris. Ascender hasta la cima del Kilimanjaro es otra actividad imprescindible para contemplar la inmensidad de la sabana africana desde el pico más alto de toda África. Hay que destacar que en Tanzania acaba en el océano índico dónde se puede hacer una extensión de unos días y viajar a Zanzíbar, un paraíso formado por tres islas fabulosas con playas de arena blanca y agua color turquesa.
El avión es obviamente la manera más rápida y cómoda si quieres viajar desde España a Tanzania. En el país encontramos dos aeropuertos internacionales, uno en Dar es Salaam y otro en la isla de Zanzíbar. Aunque desde España no hay vuelos directos, podemos hacer escala en Doha, Estambul o Zúrich, dependiendo de la compañía aérea con la que decidas volar.
Hay numerosas opciones para dormir en Tanzania, que van desde los hoteles convencionales a los campamentos. Lo normal es buscar una estancia al aire libre en zonas de acampada o en cabañas rodeados por un entorno salvaje, donde la experiencia directa con la naturaleza es inolvidable: los sonidos de la noche – por ejemplo el rugido de un león – en África ponen la piel de gallina. En ese aspecto, puedes elegir según tus gustos, necesidades y presupuesto. La oferta es casi infinita.
Como decíamos previamente, a partir de junio de 2020 Tanzania ha reabierto a los turistas de todos los países, bajo las reglas normales de inmigración y fronteras. Según las leyes de turismo normales, su país puede requerir una visa para ingresar a Tanzania. Actualmente hay 68 países que pueden ingresar a Tanzania sin visa, y el resto requiere una visa o visa a la llegada. Para los españoles, el pasaporte debe estar en regla con una validez mínima de 6 meses por delante yse exige visado, tanto para viajes de vacaciones como para estancias de negocios. El visado se tramita en los aeropuertos nacionales de Dar es Salam, Zanzíbar y Kilimanjaro, así como en los puestos fronterizos.
Uno, hay que madrugar.
Es un viaje en el que hay que madrugar. El éxito de los avistamientos son más frecuentes a primera hora. Además, así te asegurarás una buena ubicación en el jeep.
Dos, solo lo imprescindible.
No es para nada aconsejable llenarse la maleta de ropa. Solo carga con los imprescindible. No te olvides de ropa de abrigo, por las noches refresca.
Tres, déjate guiar.
No intentes ahorrarte dinero con el guía o te acabará saliendo más caro. Ellos conocen los parques como la palma de su mano. Saben por dónde ir y en qué puntos encontrar a los distintos animales.
Cuatro, silencio.
Tal vez este no sea un consejo, sino una norma. No hables. Respeta el silencio de la naturaleza. Solo mira. Observa porque en cualquier lado puede haber un animal que huirá al más mínimo chasquido.
Cinco, no al móvil.
Estamos hablando de fotografiar a animales salvajes que son difíciles de localizar. Puede que estén ocultos bajo los arbustos, o subidos en la rama de un árbol o corriendo a 80 kilómetros por hora. Si quieres una buena foto, hay que llevar cámara.
Seis, ten respeto por las normas y por los animales.
Respeta las normas del Parque: no se deben bajar del vehículo en las zonas que no estén habilitadas para ello, ventanillas cerradas, no subirse al techo del coche, es peligroso fumar, o lanzar objetos a los animales.
Por Pedro y Christian, fundadores de Humboldt Society
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