Los días más felices de mi vida

 

Hay veces que generamos vínculos estrechos con destinos  a los que  aparentemente no nos une nada a ellos. Menorca, es para nosotros ese destino.

 

Tras nuestra boda, por motivos de agenda laboral, no podíamos irnos 2 semanas por el mundo. Por ello decidimos, para no volver directamente a trabajar el lunes siguiente, escaparnos a Menorca.

 

Evidentemente habíamos oído hablar de ella, pero no habíamos tenido la oportunidad de ir… Finalmente desembarcamos en esa preciosa isla.

 

Alquilamos un coche y la recorrimos entera, conocimos sus rincones más bellos, sus aguas cristalinas, su gastronomía y sus habitantes.

 

 

 

Menorca nos enamoró, tanto, que tenemos como tradición ir todos los septiembres desde entonces.  Y repetir prácticamente el mismo plan, alojarnos en Ciutadella, alquilar un coche, ir a Fornells a comer una caldereta, pasear por Mahón…

 

Cada vez que voy es como si fuera la primera vez. Parece que formara parte de ella, pero la verdad es que forma parte de mi y de mis mejores recuerdos. Al fin y al cabo, en ella viví los días más felices de mi vida.