Navegando como Onassis

«Durante los momentos más oscuros hay que concentrarse en ver la luz”, interesante frase para los momentos que vivimos, atribuida a uno de mis grandes referentes.  Aristóteles Onassis, el magnate griego más famoso de la industria naviera del siglo xx y uno de los hombres más controvertidos de su época.

 

Conocerlo en persona y navegar en su icónico yate Christina hubiera sido un sueño.   En el mítico yate dónde lloró la Callas, bailoteó Nureyev, cantó Sinatra, Elisabeth Taylor lució sus esmeraldas y la Garbo paseó sus aires de gran diva. En él se vieron por primera vez dos políticos fundamentales del siglo XX, Kennedy y Churchill, y se celebraron parte de los fastos de dos de las bodas del siglo: la del propio griego con Jackie, y la de Rainiero de Mónaco con Grace Kelly.

 

Salvando todas las distancias. El pasado verano tuvimos la gran suerte de ser invitados, a vivir una experiencia similar, viajar por el mar Adriático a bordo del Callisto, un Mega Yate construido en los años 50 y totalmente renovado en el año 2016.

 

El navío con una capacidad total de 34 pasajeros iba prácticamente vacío, viajábamos nosotros y la familia “Vanatopoulos” propietarios de la compañía Variety Cruises. Durante 7 días surcamos juntos las aguas cristalinas de Croacia y Montenegro. A bordo del Callisto  los años no habían pasado, suponemos que así era viajar en los 50. Así viajaba Onassis y sus famosos invitados. El desembarque en cada puerto nos traía de vuelta al siglo XXI, a los puertos más masificados del verano como Dubrovnik, Kotor o Split. Un contraste muy interesante.

 

Tras la cena que podía ser en el barco o en algún restaurante local, el barco partía a su próximo destino. Largas noches de navegación, y conversación en alta mar, en plena tranquilidad y oscuridad que ayudaron a apuntalar nuestro proyecto apasionante. Humboldt Society.

 

Aprovechemos las oportunidades que nos brinda este parón forzoso, esta pausa en nuestras vidas para replantear nuestros objetivos, como empresarios, como individuos, como trabajadores y recordando a Onassis concentrémonos en ver la luz. Porque la noche puede ser larga pero no olvidemos siempre acaba saliendo el sol.