Bienvenidos a Argentina
Bonita, desafiante e intensa, Argentina seduce con tango callejero, olorosas parrillas, fútbol, cultura gaucha y los imponentes Andes. Es un formidable cóctel de pasiones.
Vida urbana. Llegar a Buenos Aires es como saltar de un tren en marcha. Esta moderna metrópoli va a toda velocidad, impulsada por la efervescencia de las concurridas terrazas de sus cafés o de sus silenciosos parques, alfombrados de moradas flores de jacarandá en primavera. Los elegantes porteños (bonaerenses) saborean la vida, ya sea compartiendo un mate los domingos en el parque o tomando un helado bajo bonitas fachadas de piedra de principios del s. xx. Cuenta con numerosas librerías, creativas boutiques y restaurantes para gourmets. Pero Buenos Aires no es la única maravilla: Córdoba, Salta, Mendoza y Bariloche tienen personalidades únicas e inolvidables atractivos.
Maravillas naturales.Desde las impresionantes cataratas del Iguazú, en el norte subtropical, hasta el atronador y restallante avance del glaciar Perito Moreno, en el sur, Argentina es un inmenso país de maravillas naturales donde la diversidad es una parte importante. Cuenta con los picos más altos de los Andes, pero también posee ricas zonas pantanosas, desiertos de color óxido, lagos intensamente azules y áridas estepas en la Patagonia. Su fauna es variadísima, con pingüinos, flamencos, capibaras, osos hormigueros gigantes, ballenas, guanacos y muchos más animales. En este vasto país, en el que esperan grandes aventuras, abundan los lugares de interés.
Comida y bebida. Satisfacer el deseo de comer un bistec dorado por las llamas no es difícil en un país que ha perfeccionado el arte del asado. Las parrillas son omnipresentes y ofrecen todos los cortes imaginables, junto con embutidos y verdura. Las finas y exuberantes pizzas y pasta casera desempeñan un importante papel, debido a la orgullosa herencia italiana. Pero, además, las modas en Buenos Aires son divertidas, cambiantes y llevan la exquisita cocina mundial tanto a los restaurantes de lujo como a los sombreados barrios adoquinados. Uno se sienta, abre una botella de malbec, y la noche es suya.
Cultura Las actividades culturales abundan. El tango es una de las grandes contribuciones de Argentina a la cultura popular contemporánea. Y qué decir del fútbol. Los argentinos son más que devotos de este deporte y, si se es aficionado, cantar en un estadio debería formar parte de los planes. Si a eso se añade el toque personal que el país da al cine, la literatura, la música y el arte, se descubre una cultura rica y atrevida, una combinación latinoamericana y europea de la que es imposible no enamorarse.
