Rumania. Las tierras de Drácula (4 días)
Bienvenidos a Rumanía
Robustas iglesias de piedra y deslumbrantes monasterios salpican un paisaje de montañas rocosas y suaves colinas. Los pueblos de Transilvania parecen como de otra época, mientras que Bucarest es todo energía.
Naturaleza y flora y fauna
Los Cárpatos describen un amplio arco a través del centro del país compuesto por una franja de expuestos picos rocosos rodeados de bosques de pinos y árboles caducifolios, con extensos prados verdes por debajo. Esta abrupta geografía augura poca población, aparte de ciervos, alces y osos. El segundo río más largo de Europa, el Danubio, recorre la frontera meridional de Rumanía con Bulgaria antes de dirigirse hacia el norte para desembocar en el mar Negro. El delta del río ofrece refugio a 300 especies de aves y 160 de peces, y al mayor cañaveral del mundo.
Castillos y ciudades medievales
En Transilvania, la tierra de Drácula, hay muchos castillos sobre rocosas cimas. Por supuesto, está el espeluznante castillo de Bran, pero no hay que pasar por alto auténticas bellezas como el castillo de los Corvino, del s. XIV, en Hunedoara, o el de Peleş, el suntuoso palacio del s. XIX del rey Carlos I. En ciudades medievales como Braşov, Sighişoara y Sibiu, las calles adoquinadas están bordeadas de elegantes cafés con terraza; el sonido de la vida nocturna resuena en las fachadas góticas y barrocas de la animada Cluj-Napoca; y los pueblos sajones de Transilvania lucen iglesias fortificadas.
Cultura popular
Durante siglos, en gran parte de Rumanía se desarrolló una cultura campesina altamente productiva. La geografía montañosa y la falta de vías transitables facilitaron la aparición de cientos de pueblos autosuficientes, excelentes con profesionales de todo tipo. Los museos tradicionales, sobre todo los de estilo al aire libre, son de visita imprescindible. Por su parte, muchos pueblos remotos son museos en sí mismos. Esto último resulta especialmente evidente en Maramureş, en cuyos pueblos, que parecen sacados de la Edad Media, aún pueden verse almiares de heno, carretas de caballos y majestuosas iglesias de madera.
Actividades al aire libre
Los picos rocosos de Transilvania y Moldavia, normalmente cubiertos de nieve desde mediados de octubre, piden a gritos ser escalados. También se pueden hacer excursiones menos exigentes pero igual de gratificantes por bosques, prados y pueblos en otras partes del país. El delta del Danubio es un extenso y singular humedal protegido que ofrece un escenario perfecto para pescar, navegar y observar aves en primavera. En verano, los resorts costeros se llenan de bañistas, submarinistas, amantes del sol y juerguistas.
Fuente: Lonely Planet
Mejor época para viajar
Al ser un destino cultural, cualquier época del año es bueno , sobretodo porque esta pensado para viajes de poca duración. No obstante, recomendariamos evitar el invierno puesto que son zonas que suele nevar.
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Amantes de paísajes naturales, del personaje de drácula y también de la arquictectura.