En el centro geográfico de Australia, rodeada de tierras rojas y protegidas a por uno de los desiertos más secos de la tierra, se encuentra la roca más grande del mundo. Se llama Uluru y es la montaña sagrada de los anangu. Allí, en medio de la nada, un monolito compacto y sin fisuras alza más de trescientos metros sobre la llanura, latiendo al ritmo pausado de los crepúsculos. Es imposible contemplar los últimos rayos de sol iluminando el rostro misterioso de la montaña y no sentirse cautivado por el mismo magnetismo que atrapó a los primeros habitantes del continente.

Las corrientes marinas, la Gran Barrera de Coral, la inhóspita costa oeste, las selvas tropicales de Daintree y los áridos desiertos del Centro Rojo … la misma naturaleza que alimentaba a los aborígenes era una barrera in- franqueable para los forasteros. Pero al final, llegaron. En primer lugar fueron náufragos portugueses y holandeses y más tarde exploradores como Abel Tasman y James Cook. Eran los tiempos de Terra Australis Incognita, cuando los grandes navegantes buscaban el último mito geográfico de la historia. Poco se podían imaginar que el continente esquivo le protegía la montaña más sagrada de la Tierra.

Os porponemos un viaje por Australia con paradas en Singapur y un final de playa en un lugar increible en Bintan nada que enviadiar a otros lugares de playa paradisíaca.