Julio Verne comenzó el Viaje al centro de la Tierra a un volcán de Islandia. Y no es casualidad. No hay ningún otro lugar en el mundo donde las fuerzas tectónicas que dan forma al paisaje sean tan evidentes como en Islandia.

Bajo el suelo caliente late la energía geotérmica de uno de los hot spots más importantes del planeta. Glaciares de magnitud antártica labran las paredes de antiguas calderas. Fiordos de paredes verticales clavan grietas multicolores en las aguas oscuras del océano.

Por otro lado, en el sur de Manhattan, donde las aguas del río Hudson se encuentran con las del East River, el sueño americano se proyecta con todo su lujo sobre la Estatua de la Libertad.
Es el célebre distrito financiero, la sede de Wall Street, la capital económica del planeta.

A su alrededor se encuentran los barrios de Little Italy, Chinatown y el Soho.Atraídos por las promesas de futuro, emigrantes de los cinco continentes se asentaron en las orillas de los ríos, trazando con sus casas las calles más famosos del mundo. La Quinta Avenida, Madison Avenue y Park Avenue se convierten en los ejes centrales de la nueva cuadrícula urbana, donde poco a poco se levantan rascacielos como el Empire State Building, el Pan Am o el Rockefeller Center. Los mejores musicales llenan de luz y color las dos aceras de Broodway y las grandes colecciones se exponen en el Museo de Arte Moderno, el Museo de Arte Metropolitano y el Museo de Historia Natural.