Playas de Marruecos: nuestras 5 preferidas

Playas de Marruecos en Agadir

Cuando piensa en viajar a Marruecos pocas veces piensa en sus playas. Suele decidirse por sus exóticas ciudades, su intensa historia, las excursiones al desierto o por lo cerca que la tenemos. Sin embargo, aquí proponemos otra razón de peso: por sus playas. Marruecos, entre el Mediterráneo y el Atlántico cuenta con más de 3.500 kilómetros de costa, desde la frontera con Argelia hasta el Sáhara. Pero, ¿cuáles son las playas más recomendables?

Recorremos Marruecos por su litoral, de norte a sur, y nos detenemos en las 5 playas que más nos gustan.

1. Cala Iris en el Mediterráneo

Partimos por la costa mediterránea, la que tenemos más cerca, donde las aguas son más cálidas y tranquilas. Hay más de 120 playas en total en esta parte del litoral. La mayoría está formada por pueblos pesqueros y poblaciones más tradicionales. Desde Tánger y Tetuán al oeste hasta Saidia en la costa más occidental, se pueden elegir playas muy atractivas.

En medio, a unos 300 kilómetros de Tánger, tenemos la bahía de Alhucemas, también llamada «la perla del Mediterráneo». Imprescindible. Entre el Morro Nuevo y la punta de los Frailes, donde se levantan majestuosos acantilados escarpados. En la parte más occidental del Parque Nacional, recomendamos la Cala Iris, donde todavía se conserva el espíritu más local con sus chiringuitos y demás. No es muy turística. Por cierto, vale la pena esperar a la puesta de sol.

2. Playa Oualidia para ir en familia

Doblamos el estrecho de Gibraltar y nos adentramos en la costa atlántica. Es mucho más larga (2.000 kilómetros aproximadamente) que la del Mediterráneo y constan más de 200 playas. Son playas amplias y de arena fina, algunas cerca de zonas urbanas como Rabat, Casablanca o Agadir y otras más alejadas que conservan un estado más salvaje. A medida que descendemos las temperaturas aguas son más cálidas.

Pasadas las ciudades de Casablanca y Rabat, nos encontramos con la pequeña y coqueta playa de Oualidia, que envuelve una laguna protegida que hace que el agua aquí sea mucho más tranquila que en otras parte de la costa (el Atlántico suele ser muy agitado). Es un excelente lugar para nadar y una excelente opción para ir en familia, ya que es segura para los niños a los que les gusta meterse en el agua. Además, está a dos horas escasas de Marrakech (recomendamos los siguientes riads en Marrakech)

3. Surf en Sidi Kaouki

Una vez en la costa atlántica, vale la pena recorrer el tramo que va desde Essaouira a Agadir. Es una carretera que bordea el mar y tiene su gracia. El aire conserva cierta autenticidad a pueblo pesquero. Hay varias playas muy tentadoras: Taghazout y Tamri, la primera es muy apreciadas entre los surferos de todo el mundo, se dice que es la meca del surf en Africa.

El viento y las olas de esta parte de la costa atraen a muchos surfistas, windsurfistas y kytesurfistas de todo el mundo. Hay muchas playas salvajes cerca de Essaouira. Sidi Koauki es uno de los puntos mejor preparados en este sentido. Tiene magníficos alojamientos en la playa, cafés restaurantes y, sobre todo, un espléndido ambiente y buen rollo. Hay varias tiendas donde alquilar tablas y escuelas donde apuntarse a cursos.

4. La playa m´ás bonita: Legzira

Seguimos bajando rumbo sur. Pasado Agadir, entre Mirleft y Sidi Ifni, desembocamos en una de las playas mejor valoradas y más exclusivas de Marruecos: Legzira. Aparece en numerosas fotos. Es una belleza natural. El desgaste del viento y la acción constantes del agua han esculpido dos fabulosos arcos de piedra roja. Impresiona verlos.

Aguas cristalinas y ocho kilómetros de arena fina dorada son las credenciales de esta playa. Vale la pena sentarse en la playa y dejarse llevar por el paisaje y por el sonido del mar golpeando sobre las rocas rojizas. Lo bueno es que no suele haber mucha gente. Si no te convence esta playa, hay unas diez más igualmente atractivas cerca: Marabout y Sidi Iwafi son también dos buenas elecciones.

5. Playa de dunas de Tarfaya

Y ya estamos en el sur de Marruecos, tocando el desierto. Ahí, los despiadados vientos del océano Atlántico al unirse con los procedentes del Sáhara,  provoca que la arena invada casi 200 kilómetros de costa. Es un lugar auténtico que todavía conserva el aire pescador y marino de hace años. De hecho, durante el camino aun se divisan cabañas de pescadores que suelen vender su pesca junto a la carretera.

El contraste del color anaranjado de las dunas y el azul del mar es un espectáculo digno de presenciar. Incluso a veces se asoman rebaños de camellos recorriendo lentamente la hammada. Tarfaya es un pueblo pesquero y muy poco desarrollado turísticamente hablando. En realidad, el viento sopla muy a menudo y es un lugar para aficionados al windsurf. A 2 km al sur se puede apreciar en la playa los restos de ferry Assalama, naufragado. Por cierto, muy cerca está la isla del Dragón, un hermoso espejismo terrenal en medio del océano.

Por Pedro y Christian, fundadores de Humboldt Society

Si te interesa un viaje personalizado al Piamonte italiano llámanos al 93 217 95 13 y te asesoraremos y personalizaremos un viaje a tu gusto. OJO, no hacemos reservas de vuelos y hoteles por separado.